Se trata de un documento, de carácter normativo, y ámbito municipal, que recoge un proyecto de ciudad, de asentamiento urbano.
Dicho proyecto ha de lograrse, de conseguirse, a través de actuaciones físicas (vulgo obras) y jurídicas.
De un modo muy incorrecto diríamos que es la Constitución urbanística del municipio, lo que nos indica que modelo de ciudad se desea, cómo queremos que se desarrolle en un futuro.
A dicha norma deberán acomodarse otros planes más concretos, las licencias del ayuntamiento, etc.